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CHINA DESAFÍA LA HEGEMONÍA EN INTELIGENCIA ARTIFICIAL

September 7, 2025

El surgimiento de Deepseek y el quiebre en la industria

Hasta hace pocos años, la inteligencia artificial de vanguardia era dominio exclusivo de empresas como OpenAI, Google, y Anthropic. Estos gigantes mantenían sus modelos bajo un férreo control, ofreciendo acceso solo a través de costosas APIs, limitando así la democratización de estas tecnologías. Sin embargo, la llegada de la startup china Deepseek ha comenzado a alterar este equilibrio con la publicación de su modelo Deepseek V3.1 en Hugging Face.

El modelo, con 685 mil millones de parámetros y una ventana de contexto de 128,000 tokens, representa un salto cualitativo en el acceso al conocimiento y la capacidad de procesamiento. Este avance no solo iguala a los modelos cerrados más potentes, sino que en pruebas clave como Aider y Sibi Bench los supera en precisión y velocidad, además de hacerlo a una fracción del coste. El impacto se multiplica al considerar que Deepseek ha liberado el archivo completo para uso comunitario, con un peso cercano a los 700 GB, lo que convierte a este modelo en una auténtica declaración de guerra contra la hegemonía tecnológica occidental.

El modelo no solo brilla por sus métricas, sino también por su arquitectura híbrida, capaz de integrar razonamiento, programación y conversación de manera nativa. Investigadores ya han detectado tokens ocultos que permiten búsquedas en tiempo real y procesos de pensamiento interno, algo que hasta ahora había sido un desafío para sistemas híbridos.

La estrategia detrás del código abierto

Mientras en Occidente los modelos de inteligencia artificial se conciben como propiedad intelectual restringida, la visión de Deepseek va en dirección opuesta: abrir la tecnología para que cualquiera pueda adaptarla a sus necesidades. Este cambio filosófico refleja un movimiento geopolítico, ya que convierte a la inteligencia artificial en un recurso público, similar al conocimiento compartido en la era de la imprenta o del internet.

El impacto económico es demoledor: el coste de operación de Deepseek V3.1 se estima en 56 dólares por millón de tokens de entrada, lo que lo sitúa hasta seis veces por debajo del precio de GPT-5. Para las empresas que trabajan con grandes volúmenes de datos, esta diferencia supone un ahorro multimillonario y, sobre todo, una invitación a migrar hacia modelos más accesibles.

La comunidad global ha reaccionado con entusiasmo. En cuestión de horas, el modelo escaló a los primeros puestos de descargas en Hugging Face, confirmando que el apetito por soluciones abiertas y de bajo coste es inmenso. La estrategia china, más allá de lo tecnológico, está desafiando directamente los cimientos del modelo de negocio de los gigantes estadounidenses.

Quen Image Edit: la respuesta a Photoshop

Paralelamente, otra innovación ha llegado de la mano de Alibaba. Su equipo presentó Quen Image Edit, un sistema de edición de imágenes con inteligencia artificial capaz de transformar el mercado dominado históricamente por Adobe Photoshop.

Photoshop, con más del 90% de cuota entre profesionales creativos, ha sido durante décadas el estándar. Sin embargo, Quen Image Edit plantea un paradigma distinto: basta con describir en lenguaje natural la modificación deseada para obtener una edición precisa en segundos. Esto elimina la curva de aprendizaje y reduce drásticamente el tiempo de producción.

El modelo, con 20 mil millones de parámetros, se lanzó bajo la licencia Apache 2.0, lo que permite su uso libre, incluso comercial. Sus capacidades abarcan desde edición semántica —cambiar el concepto de una imagen manteniendo coherencia— hasta edición de apariencia con detalles microscópicos como añadir sombras coherentes o corregir errores tipográficos dentro de un texto manuscrito. Incluso permite reconstruir vistas en 3D a partir de una sola fotografía, algo que revoluciona la forma en la que se concibe la edición digital.

El nivel de precisión en la manipulación de texto dentro de imágenes coloca a Quen Image Edit en una liga superior: puede corregir palabras en objetos tridimensionales como fichas de scrabble, o reemplazar idiomas completos de manera fotorrealista. Este tipo de capacidades amenaza con erosionar la dependencia de software propietario y caro, abriendo paso a un futuro donde la edición profesional se convierte en un recurso universal.

Un cambio de paradigma global

El lanzamiento simultáneo de Deepseek V3.1 y Quen Image Edit no es un accidente aislado, sino parte de una estrategia concertada desde China para posicionarse como líder en el terreno de la inteligencia artificial. Mientras en Silicon Valley los avances se blindan tras barreras comerciales, Pekín apuesta por la apertura como mecanismo de poder blando, exportando influencia tecnológica en forma de acceso libre.

Este movimiento también resuena en los proveedores de infraestructura. Empresas de servicios en la nube como Tencent Cloud y Alibaba Cloud ya exploran cómo ofrecer versiones alojadas de estos modelos, eliminando las barreras técnicas y acelerando su adopción global. La implicación es clara: cualquier desarrollador, desde una startup emergente hasta una gran corporación, podrá integrar estas herramientas sin necesidad de costosos clusters de GPUs.

El contraste con Occidente es notorio. Mientras se discute sobre los riesgos de la fragmentación tecnológica y la concentración del poder, China propone una consolidación alrededor de modelos abiertos, potentes y accesibles. Este enfoque convierte la inteligencia artificial en un bien público que, al mismo tiempo, sirve como punta de lanza en la competencia geopolítica.

Conclusiones

La irrupción de Deepseek y Alibaba marca un antes y un después en la historia de la inteligencia artificial. No se trata únicamente de un avance técnico, sino de un giro estratégico que cuestiona los cimientos sobre los que se ha construido la industria en las últimas dos décadas.

Deepseek V3.1 demuestra que es posible alcanzar —y superar— el rendimiento de modelos cerrados con costes drásticamente menores. Quen Image Edit pone en jaque a un software que parecía intocable como Photoshop, ofreciendo un acceso universal a la edición de imágenes de nivel profesional.

Ambos desarrollos confirman que la carrera por la inteligencia artificial ya no se define por quién tiene el modelo más avanzado, sino por quién logra hacerlo más accesible y democrático. En ese terreno, China acaba de mover ficha con una fuerza que nadie puede ignorar.