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DE LAVAR PLATOS A BINANCE: LA HISTORIA DE CZ

August 23, 2025

Orígenes en la China rural

En 1977, en la ciudad de Jiangsu, al este de China, nació Changpeng Zhao, conocido mundialmente como CZ. Creció en una familia marcada por las secuelas de la Revolución Cultural. Su padre, profesor universitario, fue señalado como “intelectual burgués” y enviado a trabajos forzados en áreas rurales. Esa condición condenó a la familia a vivir bajo limitaciones económicas y un ambiente de persecución política.

En la década de 1980, sus padres lograron emigrar a Canadá, buscando una vida más estable. Vancouver fue el nuevo hogar de CZ, un adolescente que apenas hablaba inglés y que pronto tuvo que enfrentarse a la realidad de trabajar en lo que fuera necesario para ayudar a su familia. A los 16 años comenzó a lavar platos en un restaurante local, una experiencia que forjaría su carácter de sacrificio y disciplina.

Primeros pasos en la informática

La fascinación de CZ por los ordenadores surgió en su adolescencia. Con el tiempo, ingresó a estudiar Ciencias de la Computación en la Universidad McGill de Montreal, una de las instituciones más prestigiosas de Canadá. Allí no solo aprendió programación, sino que también descubrió un nuevo horizonte: el potencial de la tecnología para transformar industrias enteras.

Al graduarse, fue contratado como becario en Japón para una empresa tecnológica vinculada a la Bolsa de Tokio. Con apenas 24 años, se encontraba en el corazón del sistema financiero global. Pronto, su talento lo llevó a trabajar en Bloomberg, donde se desempeñó como ingeniero de software durante cuatro años, pasando por oficinas en Tokio, Nueva York y Londres.

Durante esa etapa comprendió cómo funcionaban las finanzas internacionales desde adentro, pero también detectó las desigualdades y limitaciones del sistema. Observó cómo millones quedaban fuera del acceso a los mercados mientras los grandes jugadores ejercían control absoluto.

El descubrimiento de Bitcoin

En 2013, el destino lo llevó a una partida de póker donde conoció a pioneros de Bitcoin, entre ellos Roger Ver, apodado “Bitcoin Jesus”. Allí escuchó por primera vez sobre la posibilidad de una moneda digital descentralizada que no dependía de bancos ni gobiernos.

Aquella idea encajaba perfectamente con sus aspiraciones: una herramienta para democratizar las finanzas. Decidió arriesgarlo todo. Vendió su casa y destinó sus ahorros a comprar Bitcoin cuando su precio rondaba los 600 dólares. Poco después, el valor cayó hasta 200 dólares, una caída devastadora para muchos. Sin embargo, CZ no vendió. Creía en la tecnología y estaba convencido de que el tiempo le daría la razón.

Ese mismo año comenzó a involucrarse activamente en proyectos relacionados con criptomonedas. Su conocimiento técnico y su visión estratégica lo hicieron destacar rápidamente dentro de la incipiente comunidad.

Experiencia en OKCoin y el germen de Binance

En 2014, fue nombrado director de tecnología en OKCoin, uno de los exchanges más grandes de Asia en aquel momento. Su responsabilidad era diseñar una infraestructura robusta para manejar operaciones de criptomonedas y divisas tradicionales.

Aunque la experiencia le permitió perfeccionar sus habilidades en el mundo de los intercambios digitales, pronto surgieron diferencias con la dirección de la compañía. Abandonó su cargo, pero aquella experiencia fue esencial para entender lo que debía y no debía ser un exchange de criptomonedas.

La fundación de Binance

En 2017, con 40 años, CZ reunió a un equipo internacional de desarrolladores y lanzó Binance, un nombre surgido de la combinación de “Binary” y “Finance”. Su objetivo era claro: crear un exchange rápido, seguro y accesible para cualquier persona en el mundo.

En apenas 90 días tras su ICO inicial, lograron levantar más de 15 millones de dólares y lanzar oficialmente la plataforma. Binance destacaba por su velocidad y estabilidad: mientras otros exchanges colapsaban bajo la presión de miles de operaciones, Binance podía procesarlas en milisegundos.

Además, introdujeron su propio token, BNB, que ofrecía descuentos en comisiones y sirvió como catalizador para la creación de un ecosistema en expansión. En menos de un año, Binance ya era el exchange con mayor volumen del mundo.

Un imperio descentralizado y en movimiento

A diferencia de las grandes corporaciones tradicionales, Binance evitó fijar una sede única. Operaba desde múltiples jurisdicciones como Malta, Singapur, Dubái o las Islas Caimán, creando una estructura flexible que buscaba proteger a la empresa de regulaciones demasiado restrictivas.

Este modelo fue celebrado por muchos entusiastas como un símbolo de descentralización, pero a la vez visto con recelo por los reguladores, que señalaban la falta de transparencia en el manejo de fondos y el riesgo de actividades ilícitas.

El crecimiento imparable

Durante la pandemia de 2020, Binance alcanzó volúmenes diarios de más de 3,000 millones de dólares. Además de su exchange, desarrolló iniciativas como Binance Academy, Binance Launchpad y Binance Labs, consolidándose como un ecosistema completo de innovación cripto.

BNB también creció con la introducción de BNB Smart Chain, una blockchain rápida y de bajo costo que permitió el desarrollo de miles de proyectos DeFi, NFT y aplicaciones descentralizadas. Binance no era ya solo un exchange, sino un gigante de múltiples tentáculos que dominaba el mercado.

El colapso de FTX y el efecto dominó

En noviembre de 2022, el colapso de FTX, su principal rival, sacudió a toda la industria. El fraude de Sam Bankman-Fried dejó pérdidas estimadas en 8,000 millones de dólares y generó un pánico regulatorio a nivel mundial.

Binance fue señalado como el siguiente objetivo de los reguladores. Bancos cortaron relaciones, proveedores se distanciaron y el escrutinio se intensificó. A pesar de la presión, CZ respondió implementando políticas más estrictas de verificación y retirándose de ciertos mercados.

El enfrentamiento con Estados Unidos

En 2024, el Departamento de Justicia de Estados Unidos acusó a CZ y a Binance de violar leyes contra el lavado de dinero. Se comprobó que la plataforma había permitido transacciones vinculadas a actividades ilícitas debido a la falta de controles adecuados.

CZ aceptó su responsabilidad, se declaró culpable y fue sentenciado a cuatro meses de prisión, además de pagar una multa personal de 50 millones de dólares. Binance, por su parte, debió desembolsar 4,300 millones en sanciones.

En septiembre de ese mismo año, tras cumplir su condena, CZ abandonó el cargo de director ejecutivo como parte del acuerdo, aunque se mantuvo como asesor y principal accionista.

Regreso y consolidación en 2025

En 2025, CZ volvió a la escena pública, esta vez con un perfil menos protagónico pero con una fortuna estimada en más de 60,000 millones de dólares. Su riqueza, impulsada principalmente por el valor de BNB, lo consolidó como una de las figuras más influyentes del siglo XXI.

Binance continuó liderando el mercado, adaptándose a nuevas regulaciones y consolidándose como un actor clave en el futuro de las finanzas digitales.

Conclusión

La historia de Changpeng Zhao es un relato de superación personal y visión estratégica. Desde sus humildes orígenes lavando platos en Vancouver hasta construir Binance, el mayor exchange del mundo, CZ encarna el espíritu de una era marcada por la disrupción tecnológica.

Su legado aún está en construcción, entre luces y sombras. Para algunos, representa la democratización de las finanzas globales; para otros, una amenaza al orden establecido. Lo cierto es que su nombre ya está grabado en la historia de la revolución digital.