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LA CAÍDA DE FTX Y SU IMPACTO GLOBAL EN LAS CRIPTOMONEDAS

August 25, 2025

Introducción

En noviembre de 2022, el mundo financiero digital fue testigo de una de las caídas más estrepitosas en la corta historia de las criptomonedas: la debacle de FTX, un intercambio que llegó a ser considerado la joya de la industria. Lo que comenzó como un rumor sobre irregularidades en los balances de Alameda Research terminó en una crisis de confianza que evaporó más de 150 mil millones de dólares en capitalización de mercado en apenas tres días. Esta crónica histórica reconstruye los hechos, analiza el contexto y explica cómo las decisiones de Sam Bankman-Fried, conocido como SBF, desencadenaron un colapso que marcó a toda la industria.

Los orígenes de Sam Bankman-Fried

En 2017, Sam Bankman-Fried fundó Alameda Research, un fondo cuantitativo con sede en Hong Kong especializado en arbitraje cripto. Su formación en el MIT y su paso por Jane Street lo colocaron como un talento joven con habilidad para identificar oportunidades en mercados descentralizados aún inmaduros.

Dos años después, en 2019, SBF lanzó FTX, un intercambio que buscaba diferenciarse de Binance y Coinbase con productos derivados, contratos de futuros y una agresiva estrategia de marketing. Con el respaldo de inversores de Silicon Valley y de fondos tradicionales de Wall Street, FTX escaló hasta convertirse en el cuarto mayor exchange de criptomonedas por volumen de derivados en apenas tres años.

La imagen de salvador del mercado

En medio de la crisis cripto de 2022, cuando varias plataformas colapsaron por la caída de Terra/Luna y el contagio posterior, SBF se erigió como un salvador de la industria. FTX destinó cerca de mil millones de dólares para rescatar firmas en problemas, reforzando su narrativa como garante de la estabilidad del ecosistema. Medios financieros lo bautizaron como “el JP Morgan de las criptomonedas”, mientras que anuncios con celebridades daban a la plataforma un aire de legitimidad ante millones de usuarios.

El reportaje que encendió la mecha

El 2 de noviembre de 2022, CoinDesk publicó un informe explosivo basado en un balance filtrado de Alameda Research. El documento mostraba que gran parte de los activos del fondo estaban respaldados por FTT, el token nativo de FTX, y no por reservas líquidas. El mercado percibió esto como una señal de fragilidad: un efecto dominó estaba a punto de comenzar.

Caroline Ellison, CEO de Alameda, intentó calmar los ánimos vía Twitter asegurando que los datos eran incompletos y que la situación estaba bajo control. Sin embargo, la desconfianza ya se había instalado.

Binance mueve ficha

El 6 de noviembre, Changpeng Zhao (CZ), CEO de Binance, anunció que liquidaría su posición en FTT, valorada en cientos de millones de dólares. El mensaje detonó pánico entre los usuarios, que comenzaron a retirar sus fondos de FTX en masa. En un solo día se procesaron más de 4 mil millones de dólares en retiros, cifra que se duplicó a 6 mil millones al día siguiente. El intercambio, incapaz de sostener esa presión, comenzó a mostrar signos de insolvencia.

Del rescate fallido a la quiebra

El 8 de noviembre, Binance anunció un acuerdo no vinculante para adquirir FTX y rescatarlo de su crisis de liquidez. Sin embargo, tras una revisión preliminar, se retiró al día siguiente, citando problemas demasiado graves en los balances.

El 10 de noviembre, reportes confirmaron que FTX había utilizado fondos de clientes para financiar apuestas arriesgadas de Alameda. Esta revelación fue el golpe final a la credibilidad de SBF. Al día siguiente, el 11 de noviembre, Bankman-Fried renunció como CEO y FTX, junto a más de 130 entidades asociadas, se declaró en bancarrota en Delaware.

El hack posterior y la desaparición de fondos

Pocas horas después de la quiebra, la plataforma sufrió un aparente hackeo. Más de 370 millones de dólares en criptomonedas fueron drenados de las billeteras de la compañía. La firma de análisis Elliptic rastreó los movimientos, aunque hasta hoy persisten dudas sobre si se trató de un ataque externo o de una filtración interna.

Investigaciones y juicios

Las investigaciones del Departamento de Justicia de Estados Unidos y de la SEC confirmaron que existía un entramado financiero opaco entre FTX y Alameda. SBF fue arrestado en Bahamas en diciembre de 2022 y extraditado a EE. UU. para enfrentar cargos de fraude, conspiración y lavado de dinero.

El caso se convirtió en el mayor colapso de una plataforma cripto de la historia, con pasivos estimados en más de 10 mil millones de dólares, superando incluso a la caída de Mt. Gox en 2014.

Consecuencias para la industria

La caída de FTX marcó un parteaguas. Varias plataformas comenzaron a publicar pruebas de reservas, como Kraken y Crypto.com, mientras que la presión regulatoria se intensificó en EE. UU. y Europa. La narrativa de transparencia y auditoría on-chain se consolidó como una exigencia del mercado para recuperar la confianza de los inversionistas.

El colapso también generó una pérdida de credibilidad entre usuarios minoristas, muchos de los cuales perdieron sus ahorros. El ecosistema cripto entró en un invierno prolongado, con caídas generalizadas de precios y menor flujo de capital de riesgo hacia startups del sector.

Línea de tiempo de la crisis

  • 2017: Fundación de Alameda Research.
  • 2019: Nace FTX como plataforma de intercambio.
  • 2020-2021: Expansión global y rondas de inversión multimillonarias.
  • Mayo 2022: Colapso de Terra/Luna; FTX se presenta como salvador de la industria.
  • 2 noviembre 2022: CoinDesk publica el balance filtrado de Alameda.
  • 6 noviembre 2022: Binance anuncia liquidación de FTT.
  • 7 noviembre 2022: Retiros masivos superan 6 mil millones de dólares.
  • 8 noviembre 2022: Binance anuncia intención de compra.
  • 9 noviembre 2022: Binance cancela el acuerdo.
  • 10 noviembre 2022: Revelaciones sobre uso indebido de fondos de clientes.
  • 11 noviembre 2022: FTX y Alameda se declaran en bancarrota.
  • 12 noviembre 2022: Reporte de hackeo y desaparición de fondos.
  • Diciembre 2022: Arresto de Sam Bankman-Fried.

Conclusión

La historia de FTX es una advertencia sobre los riesgos de una industria aún joven, caracterizada por la falta de regulación y la confianza excesiva en figuras carismáticas. El colapso demostró que incluso los gigantes pueden caer en cuestión de días y que la transparencia y la responsabilidad fiduciaria son pilares ineludibles para el futuro de las finanzas descentralizadas.

El legado de FTX no solo será recordado por el daño financiero, sino también por haber acelerado el debate sobre la necesidad de una regulación clara que proteja a los usuarios sin sofocar la innovación. El ecosistema cripto continúa su camino, marcado por cicatrices profundas, pero también con nuevas lecciones que moldearán la próxima etapa de su evolución.