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LA REVOLUCIÓN DE LA IA Y SU IMPACTO EN EL EMPLEO

October 6, 2025

La inteligencia artificial redefine el empleo

La inteligencia artificial (IA) está transformando el panorama laboral a una velocidad sin precedentes. Según proyecciones recientes, la automatización laboral podría eliminar hasta el 50% de los empleos de oficina junior para 2030, según Dario Amodei, CEO de Anthropic. Esta afirmación, publicada en una entrevista con Axios, ha encendido el debate sobre el futuro del trabajo. La IA no solo optimiza procesos, sino que plantea preguntas profundas sobre cómo las sociedades se adaptarán a una economía donde las máquinas superan a los humanos en múltiples tareas. Este artículo analiza el impacto de esta revolución tecnológica, los antecedentes históricos de transformaciones similares y las estrategias necesarias para enfrentar los desafíos que se avecinan.

Lecciones de revoluciones tecnológicas pasadas

La historia ofrece un marco útil para entender el impacto de la IA. En 1440, la invención de la imprenta por Johannes Gutenberg revolucionó la producción de libros. En una generación, el 90% de los escribas perdió su empleo, pero la industria editorial absorbió a los trabajadores desplazados en unas cinco décadas, impulsando un crecimiento económico notable. Las ciudades que adoptaron la imprenta crecieron un 60% más rápido entre 1500 y 1600, según estudios históricos.

La Revolución Industrial, iniciada en 1760, trajo un aumento de ocho veces en la productividad en Gran Bretaña en 50 años. Sin embargo, sectores como los tejedores sufrieron: su número se redujo de 250,000 a menos de 50,000. Los salarios tardaron más de 30 años en recuperar los niveles pre-revolucionarios. La llegada de la electricidad en 1880 provocó la pérdida de aproximadamente 2 millones de empleos en Estados Unidos, con un desempleo que alcanzó el 20%. Finalmente, la irrupción de Internet en la década de 1990 eliminó 2.7 millones de empleos, pero en la década siguiente generó más de 3 millones de nuevos puestos de trabajo. Estas revoluciones comparten un patrón: una fase de adopción, una transición con consecuencias sociales y económicas, y un periodo de prosperidad. La pregunta es si la revolución tecnológica de la IA seguirá un camino similar o presentará desafíos únicos.

El impacto actual de la inteligencia artificial

La IA ya está transformando las operaciones empresariales. Según el CEO de Goldman Sachs, la IA puede realizar el 95% del trabajo que antes requería seis semanas para un equipo completo. Amazon ha ahorrado 4,500 años-programador al actualizar sus aplicaciones Java con IA, mientras que Walmart ha implementado 850 millones de actualizaciones en su catálogo, una tarea que habría requerido multiplicar por cien los departamentos humanos responsables. Un proyecto piloto de BBVA demostró que la IA ahorra tres horas semanales por empleado en una muestra de más de 3,300 trabajadores, con un 83% utilizando la tecnología diariamente. Estos ejemplos ilustran cómo la IA está aumentando la productividad empresarial, pero también plantean preocupaciones sobre el desplazamiento laboral.

En el sector de la programación, la IA incrementa la productividad entre un 30% y un 40%. Sin embargo, esta eficiencia tiene un costo. CrowdStrike despidió al 5% de su fuerza laboral, unas 500 personas, debido a la automatización impulsada por IA. Intuit, por su parte, redujo su personal en 5,000 empleados en los últimos 18 meses, tras publicar un estudio que predice la pérdida de entre 400 y 800 millones de empleos a nivel global para 2030. Estas cifras sugieren que la transformación digital está comenzando a alterar significativamente el mercado laboral.

Proyecciones preocupantes para el futuro

Dario Amodei ha advertido que el 50% de los empleos de oficina junior podrían desaparecer para 2026, lo que podría elevar el desempleo en Estados Unidos del 4% actual al 20%. Esta proyección se alinea con un artículo de The New York Times, que reporta un aumento del 5.8% en el desempleo entre recién graduados en los últimos meses. La rapidez de esta transición plantea un desafío sin precedentes, ya que, a diferencia de revoluciones anteriores, el impacto de la IA podría consolidarse en menos de una década. Stuart Russell, en el World Economic Forum, destacó que la creación de máquinas más eficientes que los humanos en casi cualquier tarea podría redefinir el concepto de empleo humano. Eric Schmidt, ex-CEO de Google, predijo que para 2026, la mayoría de los programadores podrían ser reemplazados por IA, una afirmación que resuena con la idea de Bill Gates de que la inteligencia, antes escasa, se convertirá en un recurso gratuito.

Estrategias para enfrentar el cambio

La respuesta a esta disrupción debe ser proactiva. En primer lugar, es crucial aumentar la concienciación social sobre los cambios que la IA traerá. Las empresas, los gobiernos y los medios deben comunicar de manera transparente las implicaciones de esta tecnología, permitiendo a las personas tomar decisiones informadas sobre su futuro. Como analogía, cuando se pronostica lluvia, las personas deciden si resguardar su ropa o dejarla al aire libre. Del mismo modo, la sociedad merece un pronóstico claro sobre la IA para prepararse adecuadamente.

En segundo lugar, la formación en el uso de la IA es esencial. Aquellos que dominen esta tecnología serán más resistentes al desplazamiento laboral. Programas de capacitación, ya sean gubernamentales, educativos o privados, deben priorizarse para equipar a la fuerza laboral con habilidades que complementen la IA. Por ejemplo, aprender a utilizar herramientas como ChatGPT o Claude puede marcar la diferencia en la empleabilidad a corto plazo.

Finalmente, es imperativo abrir un debate público sobre soluciones económicas. Propuestas como el ingreso básico universal o impuestos a la IA han sido sugeridas por expertos como Geoffrey Hinton, aunque estas medidas no abordan completamente la pérdida de dignidad asociada con el desempleo. La discusión debe involucrar a políticos, economistas y ciudadanos para encontrar un equilibrio que permita a la sociedad adaptarse sin sacrificar su estabilidad.

Conclusiones

La inteligencia artificial está redefiniendo el mercado laboral con una velocidad y escala que superan las revoluciones tecnológicas anteriores. Aunque la historia demuestra que las sociedades pueden adaptarse a cambios disruptivos, la rapidez de la IA plantea desafíos únicos. La economía digital exige una respuesta coordinada: aumentar la concienciación, capacitar a la fuerza laboral y debatir soluciones económicas viables. Si bien la IA promete mejoras en productividad y acceso a recursos, su impacto en el empleo requiere una preparación inmediata. La sociedad debe actuar con urgencia para garantizar que esta revolución beneficie a todos, en lugar de dejar a millones atrás.