
LOS FRACASOS MÁS GRANDES DE APPLE EN SU HISTORIA TECNOLÓGICA
Apple es reconocida globalmente por ser pionera en innovación. Sus productos como el iPhone, el iPad y el MacBook han cambiado industrias enteras y moldeado la forma en que usamos la tecnología en nuestra vida cotidiana. Sin embargo, la narrativa de éxito absoluto oculta otra faceta menos brillante: la de productos fallidos, estrategias equivocadas y servicios que terminaron convertidos en anécdotas olvidadas.
Este relato extenso busca recorrer la historia de los tropiezos más notorios de Apple, desde los años noventa hasta la actualidad, para mostrar cómo incluso la compañía más admirada del planeta ha cometido errores costosos que forman parte inseparable de su trayectoria.
Los años 80 y la búsqueda de identidad
En la década de 1980, Apple aún no era el gigante que conocemos. Competía contra IBM y Microsoft en un mercado que empezaba a masificarse. Tras la salida de Steve Jobs en 1985, la empresa quedó en manos de directivos que buscaban desesperadamente diversificar sus líneas de productos.
Este contexto explica por qué Apple decidió experimentar con dispositivos más allá de las computadoras. La ambición era clara: convertirse en una marca de consumo electrónico más amplia, al estilo de Sony o Philips. Sin embargo, la ejecución no siempre estuvo a la altura.
PowerCD: el reproductor sin identidad (1993)
En 1993, Apple presentó el PowerCD, un reproductor multimedia portátil que en realidad era un rebranding del Philips CDF-100. El objetivo era ofrecer un dispositivo que pudiera reproducir música, discos de datos y fotos en CD, funcionando tanto con televisores como con computadoras.
El problema fue el precio: $499, demasiado caro frente a reproductores de CD convencionales. Además, requería seis pilas AA para funcionar, lo que lo hacía poco práctico. Peor aún, su existencia carecía de sentido en un momento en el que las computadoras empezaban a integrar lectores de CD-ROM como estándar.
La prensa especializada lo consideró un “lujo innecesario”, y con pocas ventas el PowerCD fue descontinuado. Hoy es más una pieza de colección que un verdadero recuerdo de éxito.
Macintosh TV: la computadora-televisor que nadie quiso (1993)
Ese mismo año, Apple lanzó la Macintosh TV, un híbrido que combinaba una computadora LC 520 con una televisión Sony Trinitron de 14 pulgadas. La promesa era revolucionar el entretenimiento doméstico.
Pero el diseño tenía una gran limitación: solo podía funcionar como computadora o como televisor, no ambas funciones a la vez. Esto lo hacía poco práctico y confuso para los consumidores.
Su precio de $2,079 era desorbitado, especialmente porque ofrecía un rendimiento inferior al de otros equipos de la línea Macintosh. Apenas se produjeron 10,000 unidades, y en seis meses fue retirada del mercado.
Hoy, las pocas unidades existentes alcanzan precios de hasta $8,000 en el mercado de coleccionistas, pero en su momento fue un fracaso rotundo.
QuickTake: pionera de la fotografía digital (1994–1997)
Apple intentó abrirse paso en el naciente mundo de la fotografía digital con la QuickTake 100, desarrollada junto a Kodak. Esta cámara compacta permitía capturar imágenes de 640x480 píxeles (0.3 megapíxeles) y almacenaba ocho fotografías en su memoria interna.
Aunque fue una de las primeras cámaras digitales de consumo masivo, carecía de pantalla para visualizar fotos, no tenía zoom ni enfoque automático, y su precio de $749 era excesivo. Versiones posteriores, como la QuickTake 150 y la QuickTake 200, intentaron mejorar la fórmula, pero nunca lograron tracción en un mercado dominado por Canon y Nikon.
El mayor problema fue que en los años noventa pocas familias tenían computadoras personales, y menos aún una Mac compatible. Apple terminó abandonando el proyecto en 1997, justo antes del regreso de Jobs.
Pippin: el fallido intento en videojuegos (1996)
En colaboración con Bandai, Apple lanzó la Pippin, una consola híbrida que también funcionaba como computadora de bajo costo. Incorporaba un procesador PowerPC, lector de CD y sistema operativo basado en Mac OS.
El precio era su principal enemigo: $599, prácticamente el doble de sus competidores directos, la PlayStation y la Sega Saturn. Su catálogo limitado, de apenas 100 títulos, tampoco ayudó.
Apple había proyectado vender 300,000 unidades, pero solo produjo 100,000 y vendió menos de la mitad. El marketing confuso —no quedaba claro si era una consola, un centro educativo o una computadora— terminó por enterrar el proyecto.
Hoy, la Pippin es recordada como uno de los mayores fracasos de Apple.
El retorno de Jobs y la limpieza de fracasos
Con el regreso de Steve Jobs en 1997, Apple abandonó proyectos secundarios y se centró en redefinir su estrategia. Jobs eliminó líneas de productos poco rentables y apostó por la simplicidad.
De esta época nacieron éxitos como el iMac, el iPod y posteriormente el iPhone. Sin embargo, incluso en esta era dorada, no todos los lanzamientos fueron aciertos.
Ping: la red social musical que murió rápido (2010–2012)
En pleno auge de Facebook y Twitter, Apple intentó entrar al terreno de las redes sociales con Ping, integrada a iTunes. El servicio buscaba conectar artistas con fans, permitiendo compartir canciones, fotos y conciertos.
Con un millón de usuarios en sus primeras 48 horas, parecía prometedor. Pero pronto se llenó de bots, la interacción era mínima y la interfaz resultaba confusa. En 2012, fue cerrado discretamente.
Tres años después, Apple repitió el error con Apple Music Connect, que también terminó abandonando en 2019.
iPhone 5C: cuando barato no es suficiente (2013)
El iPhone 5C fue lanzado como un modelo económico con carcasa de plástico y colores brillantes. Sin embargo, costaba solo $100 menos que el iPhone 5S, que ofrecía mejores materiales y más funciones.
Los consumidores lo percibieron como un producto de menor calidad, y las ventas fueron decepcionantes. El error llevó a Apple a abandonar por años la idea de un iPhone barato.
No fue hasta el iPhone XR en 2018 que la compañía volvió a intentarlo con éxito.
El teclado mariposa: un error reciente (2015–2020)
Uno de los tropiezos más costosos y recientes fue el teclado mariposa introducido en las MacBook de 2015. El diseño ultradelgado prometía precisión, pero resultó tan frágil que una simple partícula de polvo podía inutilizar una tecla.
Los problemas se multiplicaron y Apple enfrentó demandas colectivas. En 2020, aceptó pagar 50 millones de dólares y lanzó un programa de reparaciones gratuitas. Ese mismo año, abandonó el mecanismo y regresó al clásico teclado de tijera con el Magic Keyboard.
Conclusión
La historia de Apple está marcada por grandes aciertos, pero también por tropiezos memorables. Estos fracasos no solo representan errores, sino también momentos de aprendizaje que ayudaron a moldear la estrategia de la compañía.
Lejos de ser una empresa infalible, Apple ha mostrado que incluso los gigantes tecnológicos pueden equivocarse. Lo importante, como demuestra su trayectoria, es la capacidad de reinventarse tras cada error y seguir avanzando hacia nuevos horizontes.